![\"\"](\"https:\/\/www.eduardpunset.es\/wp-content\/uploads\/20091122.png\")
<\/p>\nHay una gran mayor\u00eda de cient\u00edficos convencida de que la pr\u00f3xima revoluci\u00f3n, la que cambiar\u00e1 nuestras vidas hasta l\u00edmites irreconocibles, ser\u00e1 la fusi\u00f3n de la biolog\u00eda y la tecnolog\u00eda, que ya ha empezado. Esta revoluci\u00f3n avanza a pasos agigantados, pero yo estoy convencido de dos cosas: de que no ser\u00e1 la m\u00e1s importante y de que le va a ganar la partida otro tipo de transformaci\u00f3n que se expresar\u00e1, a la vez, m\u00e1s profunda y lentamente.<\/p>\n
\u00bfPor qu\u00e9 digo eso? Les pido a mis lectores que cierren los ojos un instante e imaginen la actividad que peor funciona de todas las prestaciones universalizadas: la justicia, la seguridad ciudadana, la ense\u00f1anza, la sanidad, el ocio, el transporte o la asistencia social a ancianos y necesitados. Otros y yo hemos hecho esta prueba en contextos sociales muy diversos. Pues bien, por ello puedo anticiparles el resultado de su experimento. Son muy pocos los que aludir\u00e1n a la educaci\u00f3n o la ense\u00f1anza como a la actividad que atraviesa la crisis m\u00e1s grave.<\/p>\n
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Y, sin embargo, es, a mucha distancia de las dem\u00e1s, la que menos est\u00e1 respondiendo a las exigencias de las sociedades modernas. Tenemos un sistema educativo instalado en la Prehistoria. Intuimos ahora que la reforma educativa de los pr\u00f3ximos 50 a\u00f1os a nivel mundial se caracterizar\u00e1 por una reforma radical de la profesi\u00f3n de maestro. Lejos de ser una profesi\u00f3n liviana, la de maestro ser\u00e1 una carrera con un contenido m\u00e1s profesional y complejo que cualquier otra.<\/p>\n
Lo que est\u00e1 aflorando del an\u00e1lisis en curso es que el objeto de la reforma no es tanto alterar la complejidad de las clases globalizadas, ni la propia sociedad, como la categor\u00eda de los maestros, que ver\u00e1n sus objetivos transformados. El objetivo no ser\u00e1 cambiar las clases, que, a veces, fruto del proceso de globalizaci\u00f3n, parecen una reuni\u00f3n de 30 j\u00f3venes con problemas mentales gritando a sus maestros. Tampoco podemos cambiar de la noche a la ma\u00f1ana las asociaciones de padres, que parecen compaginar un desinter\u00e9s inaudito por la educaci\u00f3n de sus hijos con una cierta agresividad contra el profesorado.<\/p>\n